domingo, 9 de septiembre de 2012

Como un beso inesperado
y en el fondo deseado, así eres tú,
un regalo extravagante,
un auténtico diamante, eso eres tú.
Una canción, un sonido ya olvidado,
escondido en el pasado, que nos vuelve a despertar.
Una señal, porque quiso Dios mirarnos,
empeñado en recordarnos que nos ama de verdad.